
Hace algún tiempo escuché que solo hay dos coches en la vida de una persona: el primero y el mejor.
Creo que con las WordCamps pasa lo mismo. Siempre te acuerdas de la primera vez que fuiste a una (Se supone que si repetiste fue porque algo te enganchó) y con el tiempo, a media que te vas involucrando en más y más WordCamps hay otra que te deja un especial sabor de boca.
La primera vez que asistí a un evento de la comunidad fue la WordCamp Madrid 2019. Aunque llevo trabajando con WordPress desde 2008, no conocí la existencia de estos eventos hasta mucho más tarde, cuando empecé a escribir sobre WordPress en mi blog, ¡Lo que me estaba perdiendo! De aquella WordCamp recuerdo volver a casa con un montón de temas en la cabeza y soluciones a problemas que me había encontrado en diferentes proyectos web. También conocí a un montón de gente interesante, algo que se sigue repitiendo en cada WordCamp a la que voy.

La WordCamp Valencia 2022 no ha sido menos
Al final, las ponencias sirven para mostrar otros puntos de vista, otra forma de hacer las cosas, cuestiones que ni te habías planteado, ideas nuevas que podrías aplicar en tus proyectos, etc. De eso van estos eventos, de encontrar gente, compartir conocimiento, ayudar a otros y crear comunidad. También, de compartir problemas con otros que ya los han tenido y que te devuelvan kilos de ayuda para resolverlos.
El «Programa Oficial de Festejos» arrancó el jueves 20 con tres ponencias variaditas para ir abriendo boca. El lugar elegido fue el coworking WayCo, un sitio espectacular al que me iría a trabajar mañana mismo. Luego cervecitas y primera ocasión de conocer gente nueva.
El viernes 21 tuvo lugar el Contributor Day en la cafetería de La Petxina que, aunque no estaba preparada para lo que se venía, la apañamos en 15 minutos moviendo mesas y tirando regletas por doquier. Yo me apunté, una vez más, a la mesa de WordPress TV y nos pusimos a editar los vídeos del día anterior. Pero lo mejor del día estaba por llegar.

Por la tarde, la organización tuvo el detalle de organizar un paseo en barca al atardecer por la Albufera para voluntarios y ponentes, todo ello regado de forma generosa con chupitos de Mistela. Fue de esas cosas que antes de ir te dan algo de pereza, pero una vez que estás allí piensas que no había plan mejor y que un poco más y te lo pierdes por tonto.
El paseo terminó con desembarco en el muelle de una barraca / restaurante reservado especialmente para la ocasión. Buena compañía, entrantes gloriosos, paella valenciana (la auténtica) con sabor a romero, etc. Mejor pongo la foto y con eso lo cuento todo.

Y el sábado, ponencias, muchas ponencias.
En esta WordCamp me he estrenado como WordCamp Speaker, que está muy bien pero no es lo más importante. Me conformo con haber podido aportar mis propias ideas y, por las charlas posteriores, creo haber despertado la curiosidad en alguno de los asistentes.

Para mi, la WordCamp Valencia 2022 ha sido la mejor a la que he asistido. La organización ha sido perfecta, he aprendido un montón de cosas nuevas, he conocido a otro montón de gente maja e interesante, el sitio era espectacular, los patros nos han hecho cantidad de regalos, las ponencias han ido como un reloj, el café estaba bueno, la pos-party ha sido un fiestón, en la mesa de WordPress TV he ayudado a nuevos miembros, las camisetas son guapísimas, nos dieron un paseo en barca por La Albufera al atardecer, merendamos orxtada con fartons y me he comido la mejor paella de mi vida.
A ver, que todo no podía ser perfecto. Los mosquitos se han cebado con mis brazos y el intenso picor me ha hecho sufrir un poco estos tres días. Qué le vamos a hacer, será que los que venimos de otras latitudes más tropicales tenemos la sangre más dulce.
Solo tengo palabras de felicitación y agradecimiento a toda la organización y al equipo de voluntarios. Me habéis conquistado. El próximo año, contad con mi hacha.